Recuerdo desde muy niño haber iniciado mis primeros emprendimientos, recuerdo haber vendido refrescos, envueltos, cenas navideñas, y una anécdota que nunca olvidaré y muchos de mis compañeros de colegio recuerdan, es que cuando Michael Jackson murió, mientras unos hablaban de sus canciones y otros las bailaban, yo aun sin saber nada de él, pero viendo la conmoción que generó su muerte, en la puerta del colegio y en los salones de clases, esperaba a los estudiantes para venderles sus mejores éxitos, nadie más lo hacía en el colegio, me gané un buen dinero por ello.

Desde el momento en que nacimos se nos otorgan dones, habilidades, destrezas que nos servirán para recorrer el camino de la vida, es algo particular e innato en cada uno de nosotros, algo que fluye sin esfuerzo al realizarlo, pero que requiere descubrirlo y potencializarlo. Hasta hace muy poco soy consciente de que soy un emprendedor y vendedor innato, pero antes no me daba cuenta de ello, solo lo hacía, y creía que lo hacía por dinero, pero hoy me doy cuenta que verdaderamente amo servir, que disfruto crear empresa y ponerla al servicio de los demás, y que aun estando en mi peor o en mi mejor momento, lo seguiría haciendo.

Cuando llego a un restaurante y su propietario me atiende con tanta amabilidad y con tanto esmero, y a la salida me pregunta con una sonrisa sobre cómo me ha parecido la comida, me doy cuenta que esa persona verdaderamente ama lo que hace, ama su negocio, y esa felicidad la transmite a sus clientes en la calidad de sus productos y en su excelente servicio.

Por eso, si tienes una idea, un sueño, si se te da bien hacer algo, te insto a que lo intentes, a que pruebes, lo que no se intenta jamás funciona, crea un plan, revisa con que cuentas y comienza ya mismo, en mi experiencia, “el momento adecuado” nunca llega, el miedo nos hace creer que no estamos preparados. Por el contrario, si te arriesgas y comienzas, irás sabiendo en cada momento qué debes mejorar, hasta que llegues a tu idea tal cual la concebiste o incluso mejor.

Pero te tengo una mala noticia, no todo es color de rosa, emprender requiere un sacrificio enorme, y te digo que si no estás preparado para pasar noches sin dormir, para trabajar más horas que las de un empleado común, para privarte de caprichos por preferir ahorrar e invertir en tu negocio, si no estás preparado a que algo te salga mal, y lo pierdas todo, y adicional a esto a que te juzguen personas que nunca lo han intentado, y a que te quedes solo, mejor no emprendas, porque lo más probable es que todo eso suceda.

Pero si pese a todo aquello, continuas con las ganas de emprender, nuevamente te insto a que lo hagas, porque el universo te quiere libre, te quiere feliz. Verdadero y cierto es que cuando haces lo que amas, estás amando al mundo, y tu ardua labor nunca será un trabajo, tu paga será no solo el dinero que sin duda tarde o temprano recibirás, si no, la satisfacción que se siente alcanzar nuestros sueños y anhelos más íntimos del corazón.

Por eso, haciendo honor a la justicia, te dejo 5 pros y 5 contras sobre emprender.

Espero que este artículo te sirva para saber que terreno estas pisando, y a que cimientes tus sueños en la realidad, pero sin abandonar ese sentimiento de esperanza que nace desde lo más íntimo de nuestro interior, que nos hace saber que todo saldrá bien y nos dice en su amorosa voz, “adelante, estoy contigo”.

✅ Sigue nuestras próximas publicaciones las siguientes semanas y aprende poderosos recursos para crecer financieramente ….

Hernán Correa Medina
Ceo Appycash